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¿Qué piensa Boca? La AFA debe definir cómo se juegan los torneos en 2025

Juan Román Riquelme irá a la AFA a proponer un cambio de formato para 2025.

AFA Boca
Getty

Durante esta semana, en la AFA se llevará a cabo una nueva reunión que mantiene expectante a todo el fútbol argentino, ya que tendrá que ver con la decisión final para definir los formatos de los campeonatos locales durante el próximo año. En esto, lógicamente, Boca tiene participación y ya tiene una postura definida de antemano.

De hecho, fue hace casi tres meses que la Asociación del Fútbol Argentino fue el escenario de una nueva asamblea en la que se aprobó la eliminación de los descensos en el fútbol local para esta temporada. A su vez, también dictaron algunas modificaciones al formato del próximo torneo el año que viene. Todo esto fue votado a favor de la gran mayoría de los clubes de la Primera División.

Para esta ocasión están citados los directivos de los 30 equipos que integrarán la máxima categoría el próximo año. Todos se reunirán este viernes en el Predio Lionel Andrés Messi, ubicado en Ezeiza, y llevarán a cabo la reunión para definir los torneos, con dos formatos que se imponen y generan opiniones cruzadas.

De hecho, Juan Román Riquelme, presidente de la institución de La Ribera, tiene una idea definida que buscará que convenza a sus pares. En la misma pide que se juegue primero un torneo y, durante el segundo semestre del 2025, una competencia con formato de Copa. Básicamente, una Liga Profesional, y una Copa de la Liga, pero a la inversa de como se jugó este año.

La justificación de Juan Román Riquelme

El motivo de este pedido de JRR pasa por el hecho de que el desgaste es menor en un torneo que en una competencia con eliminación directa, luego de que se enfrenten en dos zonas.

Por otra parte, la otra alternativa es que sean dos copas, sin torneo, algo que sería contraproducente para aquellos que juegan competencia internacional y que terminaría quitándole importancia al campeonato local. Y a esto se le suma que los denominados grandes jugarían menos partidos de local y, por ende, perderían ingresos por parte de los abonados para cada partido.