Sergio Romero venía de ser la gran figura de Boca en los octavos de final de Copa Libertadores, haciéndose gigante en los penales contra Nacional de Uruguay en 2023. Y cuando le preguntaron sobre su ciclo en el “Xeneize”, dejó una puerta abierta para marcharse tras la finalización de su contrato, que en ese momento terminaba en diciembre del 2024. “Yo tengo contrato en Boca hasta diciembre del 2024y uno nunca sabe que puede pasar en el medio. Quizás me proponen ‘queremos que te quedes más tiempo’ o el día de mañana me dicen ‘queremos que Lea Brey sea el arquero’“, marcó “Chiquito” en una charla con ESPN F10 que mantuvo el año pasado.
En el medio, renovó su contrato hasta diciembre del 2025, pero bajó repentinamente su nivel y lo condicionó su último conflicto con los plateistas en la zona lindera al túnel por donde ingresan los jugadores después de finalizado el Superclásico con River.
Lo sorprendente de la declaración es que el ex Racing y Manchester United de Inglaterra, entre otros, ya tenía claro que un hipotético escenario era que el arquero que en este entonces solo tenía un partido en la Primera del conjunto azul y oro le gane el puesto.
La baja autoestima del ex Mundialista en Brasil 2014 y el flojo presente que está padeciendo debido a sus magros rendimientos que no eran los que venía teniendo hasta hace una temporada atrás donde cada intervención suya servía para que las puertas de la Selección Argentina volvieran a abrirse, pero la actualidad sobresaliente y heroica del ex Los Andes han hecho mella en quien fuera hasta 2023 siendo intocable e irremediablemente le toca el momento de ver los partidos sentado en el banco de suplentes.
Se verá si existirá la alternancia en el arco del conjunto azul y oro ya que disputa dos campeonatos al mismo tiempo o si el trabajo diario en los entrenamientos determinará quién es el “1” y quién permanecerá entre los relevos aguardando por su chance.