Este año, de tan solo 22 partidos que jugó Boca fuera de La Bombonera, solamente en ¡cuatro! logró llevarse los 3 puntos, es decir, con Tigre y con Newell’s Old Boys en la Copa de la Liga del semestre pasado consiguió el triunfo, mientras que los restantes fueron con Sportivo Trinidense de Paraguay por la fase de grupos de la Copa Sudamericana, con el golazo de tiro libre sobre la hora de Edinson Cavani y el último hasta el día de hoy había sido con Central Córdoba de Santiago del Estero por 4-2 por la actual edición de la Liga Profesional.
Haciendo un recuento de encuentros, por el momento lleva cuatro triunfos, ocho empates y diez caídas, con un 33% de efectividad alcanzado, un porcentaje muy bajo para un equipo que suele imponer respeto cada vez que sale del Alberto J. Armando.
Sin embargo, está a las claras que el rendimiento fuera de casa de por sí es preocupante y sin su gente, ese jugador número“12” con el que suele disputar los partidos en Brandsen 805 y que alienta los 90 minutos constantemente, ya no lo tiene y no se desenvuelve con esa naturalidad que lo hacía hasta esta negativa racha alcanzada.
El próximo desafío con su gente en terreno neutral será el de este miércoles cuando en el Marcelo Bielsa, el estadio de la “Lepra” en la ciudad de Rosario, se mida con Gimnasia y Esgrima La Plata por los cuartos de final de la Copa Argentina desde las 21:10 y será una final para los dirigidos por Fernando Gago ya que estará en juego el pase a las semifinales y seguir en carrera para clasificar a la Copa Libertadores del próximo año.
Los futbolistas del “Xeneize” tendrán que adaptarse a los campos que no son los más aptos como lo es donde hacen de local y salir a cada cancha con circunstancias totalmente disímiles y, a veces, inadmisibles, pero es parte del folclore con el que se compite en cada reducto del país, donde cada parcialidad es diferente y donde cada hincha tiene un comportamiento distinto.
