Juan Román Riquelme y la dirigencia de Boca aguardan con ansias que Fernando Gago pueda arreglar su desvinculación de las Chivas de Guadalajara para convertirse en el nuevo DT del equipo azul y oro, luego de la renuncia de Diego Martínez. La intención es que llegue al país el próximo fin de semana tras el Clásico Tapatío con Atlas.
Y con la llegada del nuevo DT, también se vendrá una fuerte toma de decisiones en el rearmado de un plantel debilitado tanto desde lo futbolístico como desde lo anímico. El ex técnico de Aldosivi y Racing deberá, entre otras cosas, definir el futuro de varios futbolistas que vienen siendo vistos de reojo, como son los casos de Sergio Romero y Marcos Rojo, por ejemplo.
El caso del ex arquero de la Selección Argentina es el más complicado. Chiquito cumplirá con su sanción este fin de semana tras su escandalosa pelea con los hinchas post Superclásico, por lo que luego ya podría volver a la convocatoria en los partidos. Pero parece ser difícil que vuelva a atajar, ya que Leandro Brey ganó mucho terreno pensando a futuro.
Incluso, se pudo ver al experimentado arquero trabajando apartado del resto del grupo a lo largo de estas dos semanas, por decisión de la dirigencia. “A partir del martes, el nuevo DT va a decidir qué será del futuro de él. Va a ser muy difícil que vuelva a atajar“, sostuvo Augusto César en las últimas horas.
Por otro lado, el caso del ex central de Estudiantes es diferente. Se entrena diferenciado debido a que “comenzó esta semana una mini pretemporada para tratar de mejorar físicamente“, según el cronista en ESPN F12. Sin embargo, su futuro también pende de un hilo y todo está en manos de Gago.
El tercer referente que queda fuera con Gago
El otro caso aparte en Boca es el de Pol Fernández. El volante ya no volverá a ser tenido en cuenta de aquí a diciembre por decisión del Consejo de Fútbol, cuando se marche libre rumbo al Fortaleza de Brasil.
