El año que viene se celebrará en Estados Unidos un Mundial de Clubes novedoso y revolucionario al que se venía disputando hasta el año pasado y al cual, entre otros, Boca y River sacaron boleto por haber sumado más puntos en el ranking CONMEBOL, pese a que ninguno de los dos logró alzar la Copa Libertadores desde 2019 hasta el presente, al margen de que el “Millonario” clasificó a las semifinales de la actual edición. Pero hay algunos imponderables que podrían hacer boicotear que el certamen internacional de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) se desarrolle efectivamente.
Es que la propia FIFA, ente encargado de organizar el campeonato, tiene dificultades para realizarlo debido a la falta de acuerdos por los derechos televisivos en varias regiones clave, como América, Asia y Oriente Medio.
Esto representa un desafío significativo para la configuración del torneo, ya quela obtención de contratos televisivos es crucial para su viabilidad económica. Además, el creciente descontento y críticas hacia el nuevo formato por parte de los hinchas y expertos del fútbol podría agravar aún más la situación, poniendo en riesgo su ejecución y futuro.
Según el informe de la Gazzetta dello Sport, no se lograron vender los derechos televisivos en dos continentes y en Medio Oriente. La falta de sponsors, patrocinios y recursos financieros pone en jaque la celebración de la competencia. Esta incertidumbre llevó al organismo internacional a activar todas las alarmas, ya que sin un respaldo económico, el torneo podría no llevarse a cabo.
Al margen de esta situación tan problemática, faltan dos plazas para conformar los 32 equipos que serán de la partida: el representante de la Major League Soccer de Estados Unidos (MLS) y uno de la Confederación Sudamericana de Fútbol, que podría ser Peñarol de Uruguay, si es que sale campeón del torneo continental u Olimpia de Paraguay que, por su posición en el escalafón sudamericano, estaría obteniendo un boleto.
¿Cómo será el formato del novedoso Mundial?
En los primeros días se jugará una fase inicial, compuesta por ocho grupos de cuatro cada uno. A diferencia de la Copa Libertadores y Sudamericana, será todos contra todos. Los dos conjuntos que mejor puntaje obtengan al cabo de esos tres partidos se clasificarán a los octavos de final.
A partir de allí, el formato será de eliminación directa hasta llegar a la final. Además, no habrá duelo por el tercer puesto, por lo que el torneo terminará con el encuentro mano a mano entre los dos mejores clubes del planeta.