Jugó en el club de sus amores, en su Boca querido, pero una prolongada lesión en su hombro en marzo de este año hizo que Marcelo Weigandt repensara su carrera ya que Diego Martínez lo tenía relegado en el plantel. Entonces, decidió tomar la mejor decisión de su vida y aceptó mudar su talento hacia Estados Unidos, precisamente hacia el Inter Miami de la Major League Soccer (MLS) para disfrutar de una franquicia de ensueño y tirar paredes con Lionel Messi y compañía.
En conferencia de prensa, el lateral recordó cómo fue su salida del conjunto “Xeneize”: “Tengo un gran representante, que es Adrián Rouco, junto a mi papá Alejandro, que fueron los encargados de todo esto, de que yo pudiera estar acá disfrutando de Inter, de Leo, de Suárez, de Jordi, de Busquets, del Tata, de mis compañeros, que me enseñan mucho. Yo quedaba libre en Boca”, empezó.
“Estoy de los seis años en el club. Hice infantiles, inferiores, pasé por todas las categorías y no era mi idea irme libre, porque sentía que le estaba fallando al hincha de Boca. Y yo no soy así. Mi representante junto a mi papá hicieron las cosas que tenían que hacer, llegaron a un acuerdo con el club y hoy estoy acá disfrutando”, siguió.
Pese a su amarga despedida, el “Chelo” no dejará de amar: “Hincha de Boca voy a ser toda la vida, así esté donde esté jugando. Siento un amor inmenso por esos colores porque estoy ahí de los seis años, soy bostero desde que nací. Pasé muchísimas cosas, buenas y no tan buenas”, dijo Weigandt.
“El amor hacia Boca va a seguir intacto toda mi vida, y no me gusta hablar de Boca porque sería una falta de respeto hacia el club donde estoy. La verdad que yo, hoy en día, encontré un club que me recibió de la mejor manera y me brindó todo lo que me podía brindar. Estoy muy contento de estar acá. Siempre trato de devolverle todo eso que me dan adentro de la cancha, en cada entrenamiento y también con mis palabras”, cerró.