Lo que era un secreto a voces se convirtió en realidad por parte del jugador. Guillermo Fernández dejará de pertenecer a Boca en enero del 2025 y todo parece indicar que su destino estaría en Fortaleza de Brasil. “Pol” negó haber llegado a un acuerdo con su nuevo equipo, pero sí dio a entender que ya le comunicó en reiteradas oportunidades su postura al Consejo de Fútbol.
La política del club, hasta el momento, fue contundente: futbolista que no renueva deja de ser utilizado por la Primera División. El propio volante lo vivió en carne propia en 2020, cuando a mitad de su préstamo dejó en claro que no seguiría en 2021.
Los antecedentes de Boca con los jugadores que quedaban libres
Hay casos que marcaron esta política de Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol. El que queda más a mano es el de Nicolás Valentini: tras varias ofertas para que renueve su contrato, el defensor decidió rechazarlas y comunicó que no extendería su vínculo. Dejó de ser tenido en cuenta en abril y el “Xeneize” rechazó una oferta de Fiorentina, club donde jugará en 2025, para llevárselo en este último mercado.
Pero no fue el único: Marcelo Weigandt había dejado de ser tenido en cuenta a principios de este 2024 ya que su vínculo finalizaba en junio. El lateral derecho pensaba marcharse libre, pero cambió su postura por una oferta de Inter Miami: tomó la decisión de renovar su contrato e irse a préstamo al equipo de la Mayor League Soccer (MLS) para ser compañero de Lionel Messi.
Más atrás en el tiempo, asoman dos antecedentes particulares: uno es el de Agustín Almendra, que ya estaba separado de la Primera por una pelea con Sebastián Battaglia y siguió de la misma manera al comunicar su decisión de no renovar su contrato. Firmó con Racing, donde ahora es titular.
Otro caso es el de Cristian Pavón: el delantero no fue utilizado en todo el primer semestre del 2021 y en junio se fue a Atlético Mineiro, donde ya había firmado un precontrato y ahora está en Gremio.