Es un tanto extraña la situación de Tomás Belmonte, volante top que había arribado procedente del Toluca de México a Boca por un monto de 4 millones de dólares por el 80% del pase.
Integra el banco de suplentes, pero se lo percibe pesimista e inquieto por la escasez de oportunidades que le brinda Diego Martínez a uno de los prometedores volantes ofensivos que había brillado con la camiseta de Lanús. Con la del “Xeneize” apenas jugó seis encuentros, de los cuales en cinco fue titular.
Demasiado poco para un futbolista que prometía más, pero que la realidad le está demostrando a “Toto” que, si continúa con este presente sin mostrar para qué arribó a la institución, irremediablemente buscaría una salida hacia otros mercados más fructíferos para su carrera dada su lectura de juego y panorama para desequilibrar y abrir caminos.
El ex “Granate” no tiene actividad dentro de la cancha hace tres partidos y su contrato expira en diciembre de 2028, un período de tiempo muy extenso para alguien que había viajado al país con otras aspiraciones y otras sensaciones. En Lanús se había destacado por ser un mediocampista central con control del balón y salida rápida, pero en Boca pareciera que no encontró aún ese lugar que lo establezca como una fija para el cuerpo técnico ya que hay otros que corren delante de él, como por ejemplo Guillermo ”Pol” Fernández o el chileno Gary Medel.
Si no es mediante una transferencia definitiva o un préstamo con cargo y con opción de compra, el panorama actual del ex “Diablo Rojo” mexicano se avizora un tanto gris dadas sus expectativas con las cuales había arribado al plantel.
De persistir con esta inactividad y, en caso que no fuera partícipe de los dos clásicos con Racing y con River que se avecinan, ¿Belmonte podría forzar una salida a fin de año o esperará qué le depara el destino al entrenador, cuyo futuro no está garantizado para comenzar 2025?
