No sé si todo tiempo pasado fue mejor pero sí es verdad que a muchos nos seducen más las viejas costumbres. Y qué paradoja eso de que para tener lo que ahora no se ve tanto haya que recurrir a los más jóvenes. Gabriel Ramiro Vega es de esos que estaban faltando, de los de antes. El nuevo enganche de Boca de cara al segundo semestre, ¡conocé su historia!
Con la 10 en la espalda, es la nueva apuesta de un club que confía cada vez más en sus pibes. El volante, categoría 2002, firmó su primer contrato profesional con el “Xeneize” hasta 2025 junto con Raúl Cascini, miembro del Consejo de Fútbol que ya lo tenía apuntado desde hace un tiempo. “Estoy feliz de la vida y voy por más”, aseguró en un video publicado por Boca Predio.
El jugador, cuya técnica hace recordar a un tal Diego Cagna, mide 1.86 metros y llegó al club de la Ribera en 2010 (a sus ocho años). No es casualidad que su gran referente sea nada más ni nada menos que Juan Román Riquelme. Cuida la pelota, tiene claridad, juega y hace jugar y tiene buena llegada al área.
De hecho, en la Reserva de Boca Juniors donde se afianzó usando la 10, en algunos encuentros participó como volante más retrasado aunque no es lo habitual. Hace algunos días, Pablo Ledesma, DT de la octava división, contó que en el club no se hace difícil encontrar jugadores de este estilo y que suelen utilizar un esquema con enganche.
En inferiores, Vega obtuvo cuatro títulos, entre ellos un campeonato local con la séptima división. Y mostró su agradecimiento y lo bien que se siente en la institución: “El primer día que vine a Boca no entendía mucho, era chico. Hoy tenemos posibilidades que muchos no tienen, mucho privilegio, tenemos todo, acá no nos falta nada y eso ayuda un montón”.
Gabriel Vega es de esos volantes de juego que tanto gusta ver y fue compañero de futbolistas ya asentados en la máxima categoría como Cristian Medina y Ezequiel Fernández. Durante su época como alcanzapelotas aprovechó para sacarse fotos con jugadores como Centurión y Wilmar Barrios y ahora tiene la oportunidad de cumplir su sueño con la casaca que siempre vistió. ¡Éxitos!