Seguramente Juan Román Riquelme, y el resto de los miembros del Consejo de Fútbol, habrán seguido de cerca el partido de Rayo Vallecano de esta tarde. Y es que la salida de Luís Advíncula y su llegada a Boca, dependen de lo que suceda con el equipo español, quien se encuentra disputando las finales por el ascenso a la primera división del fútbol español. ¿Metió puñito Román?
La derrota del Rayo 1-2 como local, complicó sus chances de ascenso. El equipo de Vallecas deberá revertir el resultado en Girona, de lo contrario continuará en la segunda categoría. De ser así, el peruano saldría del viejo continente para llegar al Xeneize. A esta altura, el contrato no sería un problema, y lo que podría frenar la negociación sería el ascenso de su equipo. De momento, son buenas noticias para Boca.
Advíncula es el preferido para reforzar el lateral derecho. A la dirigencia lo seduce su velocidad, su experiencia y su edad. Con 31 años, el lateral llegaría como una opción de jerarquía para Miguel Ángel Russo. Si no es él, el apuntado sería Angelo Preciado, también con presente a nivel selecciones (Ecuador), pero mucho más joven, apenas 23 años para el surgido en Independiente del Valle.
Maroni, cerca de emigrar
No todo son altas para el plantel Xeneize. En los próximos días podría perder a uno de sus juveniles. David Garzón, presidente de Huracán, admitió su debilidad por el volante ofensivo de Boca, Gonzalo Maroni: “Es un jugador que me encanta, personalmente”, sentencio, y agregó: “Nos sentaremos con el Consejo de Boca, con Riquelme, con Ameal, para ver si está la posibilidad de algún préstamo”.
El joven disputó 14 partidos en el semestre y convirtió tres goles. Nunca pudo afianzarse dentro del equipo y terminó relegado. Maroni ya estuvo cerca de irse a Lanús como parte del negocio por Nicolás Orsini. Sin embargo, el Xeneize prefirió poner más dinero y conservar al jugador. ¿Esta vez si lo suelta?
