Juan Román Riquelme y la dirigencia de Boca siguen trabajando a fondo para revertir la conflictiva situación que atraviesa el club, en relación al clima caliente que se vivió con los hinchas hace poco más de una semana. Es por esa razón que buscan acelerar la llegada de un nuevo entrenador, así como también volver a retomar la búsqueda de refuerzos de jerarquía en el mercado de pases.
Si bien a principios de este año el Xeneize logró concretar la llegada de varias figuras, lo cierto es que el plantel sigue dejando mucho que desear en cuanto a rendimientos individuales y colectivos. Es por esa razón que ahora, puertas adentro buscarán seguir reforzándose, con principal foco en el mediocampo.
En su momento, el gran sueño de todos en el Único Grande era concretar el regreso de Leandro Paredes. Pero ahora, luego de no haber podido llegar a un acuerdo para sellar su vuelta, ahora todos los cañones apuntan a otros horizontes como posibles refuerzos, y allí es donde aparecen algunos viejos conocidos.
Ahora, Riquelme y el Consejo de Fútbol tienen intenciones de apuntar nuevamente hacia Giorgian De Arrascaeta, futbolista del Flamengo y de la Selección de Uruguay, que siempre fue del gusto de la actual dirigencia, además de que en más de una ocasión mostró cierto fanatismo por el club.
El uruguayo es un futbolista que, económicamente hablando, es difícil que llegue a ponerse la azul y oro. Esto se debe a que, según información del sitio especializado Transfermarkt, su valor de mercado es de 14 millones de dólares. Sin embargo, en Boca sueñan con hacer un intento por el volante, para así descomprimir el clima caliente que vive el club en los últimos días.
El plan de Boca para facilitar la llegada de De Arrascaeta
Teniendo en cuenta el alto valor de mercado del uruguayo, puertas adentro en el club de La Ribera no descartarían vender a Kevin Zenón para facilitar su llegada. Teniendo en cuenta que ambos juegan en la misma posición, el ex Unión sería el jugador a vender para usar ese dinero en la compra del charrúa.
