Boca confirmó a su séptimo refuerzo en este libro de pases con la llegada de Agustín Marchesín procedente desde Gremio de Porto Alegre de Brasil. El club boquense necesitaba cerrar un arquero ante la intervención quirúrgica a la que fue sometida Sergio Romero y el apuntado fue el ex Lanús, que fue vinculado con la institución de la Ribera en varios mercados pasados. A sus 36 años, y tras un buen paso en el gigante sudamericano, el portero retorna a la Argentina diez años después.
El ex “Granate” y América de México, entre otros, arribará en las próximas horas al país y firmará contrato por dos temporadas con el “Xeneize”, que pagó 1.6 millones de dólares por la totalidad de su pase. En tierra brasileña resultó llamativa la salida del jugador ya que fue titular durante toda la temporada en su equipo y con la asunción de Gustavo Quinteros como Director Técnico había sido declarado intransferible.
Debido al revuelo que causó su salida, desde el territorio limítrofe investigaron y llegaron a una situación extra futbolística que fue uno de los causantes de su traspaso. Según avanzó el medio “Trivela“ y que replicó Bolavip, el ambiente del guardameta en el vestuario de Gremio y en el día a día del club no era el mejor. “El reporte es que el arquero tuvo problemas de relación con algunos de sus compañeros“, filtró el medio citado.
Sin embargo, el futbolista hizo presión para que se dé su pase, y terminó desembarcando al conjunto azul y oro como refuerzo para una temporada en la que la entidad que preside Juan Román Riquelme buscará cumplir el objetivo de la Copa Libertadores, más la participación en el Mundial de Clubes y la competencia en los torneos locales.
De esta manera, se expuso que no solo el tema económico para el elenco campeón del máximo trofeo continental en 2017 y la cuestión deportiva para el ex Santos Laguna y Porto de Portugal fueron claves para su salida, sino que esta situación extra futbolística también acompañó a que desembarque en Brandsen 805 en este 2025.