Ander Herrera llegó a la Argentina en la mañana de este miércoles 15 de enero y apenas puso un pie en la zona de libre circulación del Aeropuerto Internacional de Ezeiza fue rodeado por micrófonos, cámaras y un grupo numeroso de hinchas de Boca que fueron a recibirlo para ya darle las primeras palabras de aliento antes de que se ponga a disposición del Director Técnico, Fernando Gago. Tal secuencia, que es algo frecuente en el país, generó el asombro de los portales deportivos de España que, ya familiarizados con el dialecto albiceleste, definieron ese primer encuentro del mediocampista de 35 años, apenas descendido del avión, como ”un quilombo”.
”Ander Herrera genera un ‘quilombo’ a su llegada a Buenos Aires”, resalta el diario Marca en su sitio web. Asimismo, reportó: ”El futbolista vizcaíno ha generado un importante revuelo a su llegada a Buenos Aires. Un quilombo como muchos compañeros argentinos han descrito en su salida del aeropuerto, donde más de una vez el mismo jugador tuvo que decirles a los presentes ‘cuidado, que os vais a hacer daño”.
Por su parte, elcorreo.com de Bilbao destacó: ”Ander Herrera desata la locura a su llegada a Buenos Aires”. Del mismo modo, subrayó una de las frases que el protagonista soltó en los micrófonos de los medios presentes en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini. ”Mantengo la pasión de Boca desde niño”, añadió.
Por otro lado, Mundo Deportivo optó por ser algo más descriptivo: ”La llegada del ex del Athletic Club a Argentina tuvo de todo: una multitud, desorden, ansiedad y emoción. Ander Herrera debió caminar hasta el auto que lo llevaría al hotel Intercontinental en medio de una multitud de periodistas y fanáticos desesperados por preguntarle y por pedirle una foto”.
Está claro que no se trata de un jugador común y corriente sino todo lo contrario, es considerado como una estrella de rock por las camisetas que utilizó en toda su carrera –Athletic Club de Bilbao, Manchester United de Inglaterra y París Saint Germain de Francia-, y los simpatizantes del cuadro de la Ribera ya lo veneran y esperan verlo en acción.