Sin dudas uno de los grandes pases del verano sudamericano podría ser la confirmación de Ander Herrera como refuerzo de Boca para este 2025. Una incorporación que no esta exenta de una historia con muchas aristas, amistades, cariño, relaciones dentro y fuera de la cancha que aun perduran a pesar de los años y por sobre todo, cariño por los colores azul y oro. Ese es el caso de el jugador español y dos futbolistas los cuáles son emblemas de Boca y parte clave en el vestuario.
Resulta que mas allá del cariño que constantemente Ander Herrera muestra por Boca, hay una parte clave que son las relaciones personales que harían la fuerza suficiente para que este último sea la cara nueva de Boca para 2025, uno de ellos es Marcos Rojo con quien compartió grandes momentos en Manchester United, durante los años, 2015 y 2019 donde durante esos años lograron titulos con el mas importante, en 2017 con la obtención de la UEFA Europa League 2017 ante el Ajax, donde también estaba Sergio Romero. El cuál también tiene una cordial relación con el mediocampista español.
El otro es Edinson Cavani que jugó con Ander en el PSG durante el año 2019-20, es verdad que la relación dentro de una cancha de futbol solo duró un año pero también es verdad que fue el Matador el que llamo a Ander para que vistiera la camiseta del PSG donde terminaron siendo compañeros y muy amigos también.
Sobra decir que Edinson ya había obtenido una relación cordial con Herrera años anteriores durante los enfrentamientos en UEFA Champions League y demás y hasta han intercambiado camisetas y visitas como la última del español a la Bombonera.
Su fanatismo por Boca
En junio del 2023, el volante estuvo en la Argentina, y había confesado su admiración hacía la Bombonera. “Es uno de mis sueños que he tenido siempre: conocerla”, dijo.
Y la cumplió con ayuda de Marcos Rojo, que lo llevó para que vea el partido de la fase de grupos de la Libertadores contra Colo Colo. Primero, comenzó en el paravalancha de la 12, y luego se fue al palco con su amigo a disfrutar el resto del partido.
Aquel día en su visita al Templo lució la camiseta del Metropolitano 1981, que uso Diego, y contó el motivo de su elección y el inicio de su fanatismo. “Tengo una colección. Recuerdo que mi padre siempre venía y le decía que, cuando saliera Boca a la cancha, me llamara, aunque fueran las 2 de la mañana. Yo quería escucharla“.