A poco más de un mes para el inicio de los Juegos Olímpicos de París 2024, el entrenador de la Selección Argentina Sub 23, Javier Mascherano, trabaja a contrarreloj para definir la lista de jugadores que representarán a nuestro país. En este contexto, la presencia de Alan Varela, titular en los dos últimos amistosos con triunfo ante Paraguay, estaría en riesgo. Una situación que podría afectar a Boca.
En un primer momento, las autoridades del Porto habían aceptado ceder a Varela. Pero hubo cambio de presidente (ahora es André Villas-Boas) y la actual cúpula dirigencial no le daría el permiso. Lo cierto es que no tiene la obligación de hacerlo, sino que todo depende de la buena predisposición de la institución, ya que no es un evento organizado por la FIFA.
Con este panorama, la ausencia del volante de 22 años en Francia aseguraría la presencia de Kevin Zenón en la nómina del Jefecito. El ex-Unión era uno de los volantes que estaba en duda para el entrenador de la Albiceleste, pero ahora pasarían a ser 4 los convocados del Xeneize en la cita olímpica (Equi Fernández, Cristian Medina y Leandro Brey).
Esto significa que Boca llegará con el mediocampo diezmado a los 16avos de final de la Copa Sudamericana 2024 contra Independiente del Valle, ya que no solo no contaría con los volantes mencionados, sino que además, tampoco tendrá a disposición a Guillermo Pol Fernández en la ida por acumulación de amarillas.
El conflicto de Boca con Porto por Varela y el interés en Equi Fernández
Los Dragones Azules tienen en carpeta a Equi, pero desde el Xeneize avisaron que si los portugueses no se ponen al día con una deuda por el pase de Varela, no sólo no negociarán sino que además reclamarán que se regularice la situación ante FIFA. . “Como está la situación, es imposible que vaya a Porto”, avisan desde la Ribera.
En concreto, la deuda asciende a tres millones de euros, aproximadamente, y responde a una de las cuotas por el pase del oriundo de Isidro Casanova, que fue vendido al cuadro luso por un total de 12.5 millones de dólares por el 85% de su ficha, divididos en un pago de nueve millones y otro de 3.5 millones en conceptos de objetivo.
Cabe destacar que, si bien es cierto que el club cambió de autoridades hace dos semanas, tampoco han atendido los llamados de Boca ni responden los mails con los reclamos por el dinero, mientras desde Europa se comunican con el entorno del joven valuado en 15 millones de dólares, según la cláusula de rescisión establecida en su contrato.