En el día de ayer se hizo oficial la llegada de Oscar Romero a Boca. Luego de que re realizara la revisión medica y firmara su contrato, el jugador brindó una conferencia de prensa: “Desde chiquito era un espejo para, yo quería ser como el”, las palabras del gran refuerzo que tendrá Sebastián Battaglia en su equipo. El paraguayo está listo para unirse a sus nuevos compañeros.
En su presentación, Romero habló acerca de quien fue su referente desde chico, el paraguayo se emocionó y contó porque decidió venir a Boca: “Fue muy rápido pero el llamado de Riquelme, lo cambió todo”. El vicepresidente, una vez, con su nombre y su trayectoria se gana la admiración de muchos jugadores, los cuales deciden venir al club solo porque el los contactó.
Romero es consciente de que llega para aportar su granito de arena y tiene claro cuales son los objetivos principales: “Me entusiasmó la Copa Libertadores”, el certamen internacional es una cuota que Boca tiene pendiente hace unos años. Se convirtió en el quinto refuerzo y firmó por dos años, el paraguayo usará la camiseta número 11 en el “xeneize”.
Oscar Romero, el problema de Battaglia
Con su llegada, revolucionó todo. Romero es un gran jugador y esté en el equipo que esté, siempre debe jugar. Es un puesto que en Boca todavía está bacante. Pero Battaglia deberá pensar bien como lo integrará al equipo y a quien tendrá que “sacrificar” para que el enganche tenga su lugar en la cancha. Sin duda, esto podría afectar a los mas chicos del plantel.
Hasta el momento, Battaglia viene jugando con Villa, Salvio y Benedetto adelante, mientras que en el medio, Campuzano, Ramírez o González y Pol Fernández. Alguno de estos, excepto el “pipa”, podría deja su lugar y así el entrenador armar un esquema donde el paraguayo sea partícipe. Boca se reforzó de una manera increíble, ahora toca trabajar para que esos refuerzos aporten lo que deben aportar y el equipo funcione.