En la previa de este encuentro entre Boca y Vélez recordamos uno de los goles más históricos que se recuerden en el fútbol argentino. En un partido que tuvo muchos condimentos el equipo xeneize le ganó 3-2 al conjunto de Liniers. Esa noche Martín Palermo anotó un tanto poco casual. El exdelantero hizo un remate de cabeza desde 40 metros.
Aquella noche del domingo 4 de Octubre quedará grabada a fuego en la memoria de todos. Porque en ese torneo Boca no había arrancado bien. De hecho, había sido eliminado por su rival de esa noche. Pero el fútbol tiene esa emoción propia de un deporte ilógico. En ese partido el equipo orientado por Alfio Basile estuvo dos veces abajo en el marcador.
Cómo punto cúlmine aquella noche los ídolos sacaron al equipo adelante. Tras el 1-0, apareció Battaglia para marcar el empate transitorio. Pero en el segundo tiempo Vélez volvió a ponerse en ventaja. Ante esa desventaja, como ocurrió en tantas oportunidades, Riquelme y Palermo se pusieron el equipo al hombro. En ese encuentro casualmente marcador dos golazos.
El gol del empate fue anotado por Juan Román Riquelme. El vicepresidente de la institución desde la puerta del área anotó uno de sus típicos remates. Siempre tenía la capacidad de ubicarse detrás de los volantes rivales. En aquella oportunidad se perfiló y sacó un remate bárbaro hacia el palo izquierdo que golpeó en el travesaño y se metió.
Pero la frutilla del postre sería un capítulo más en la serie de la vida de Martin Palermo. Tras un despeje del arquero Montoya, el balón derivo en la cabeza del goleador histórico. Lentamente la pelota se fue acercando al arco y finalmente la misma ingresó. Luego de ese momento hubo un festejo alocado por parte del goleador.