El Club Atlético Boca Juniors va mucho más allá de la pelota de fútbol. Si bien tiene actividad con diversos deportes, también encara una función social importante en el barrio de La Boca. En este caso, se trata de ayudas profesionales para los vecinos de La Bombonera. El club anunció que llegó a un acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Social a través de la Fundación Boca Juniors para acercar atención médica a cualquiera que lo necesite.
Así, los días lunes 5 y martes 6 de julio en el Polideportivo Quinquela Martín, habrá atención en fonoaudiología, salud bucodental, trabajo social, salud mental y adicciones. Además, se cerrará la jornada del martes con una charla abierta al público sobre Género y Diversidad. La atención se brindará de 9 a 15 horas.
Se sabe que en La Boca vive mucha gente con escasos recursos económicos, por lo tanto esto será un gran paso para que el club vuelva a estar conectado con las entrañas del barrio, relación que se había roto durante los años donde Daniel Angelici gobernó al club. Las organizaciones sociales que tiene la comuna acusaban a la gestión anterior de “cerrar el club para una élite y darle las espaldas al barrio”. Este acuerdo logra acercar posiciones para que el club más grande del país vuelva a abrir las puertas a la gente que lo hace “La mitad más uno”.
¿La Bombonera se amplía con inversiones chinas?
La dirigencia actual de Boca, encabezada por el presidente Jorge Amor Ameal, aún quiere concretar su máximo proyecto (y promesa de campaña), que es la ampliación de La Bombonera. Aparentemente, y según algunas versiones mediáticas, estaría encaminada la resolución de un conflicto importante sobre “Bombonera 360”, que es la financiación del plan. En el club estiman que una remodelación de ese tamaño cuesta alrededor de 80 millones de dólares.
Ese dinero sería desembolsado por capitales chinos. Para aceitar las relaciones con el país oriental, la Embajada China ya tiene una oficina dentro del propio estadio. La idea del club para recibir las inversiones sería compartir por una determinada cantidad de años las ganancias de la reforma, sin afectar el patrimonio del club. La obra, en caso de llegar a un acuerdo, estaría supervisada por el propio gobierno chino, y empresas de ese país tendrían prioridad sobre la publicidad en la camiseta y el “naming” del estadio.