Los suplentes de Boca perdieron 3-0 en la Bombonera, frente al Taladro y generaron preocupación en Sebastián Battaglia, por su falta de ritmo. Aaron Molinas, fue el más destacable del local y el único con dos chances de convertir. En el estreno de una nueva camiseta, el Xeneize se arriesgó en la Liga profesional y dejó lo mejor para la competencia continental.
En los primeros minutos, el Xeneize mostraba dominancia, pero el visitante advertía el resultado con contragolpes, poco precisos en los mano a mano. Los laterales azules y oro se caracterizaron por ser más peligrosos en defensa, que en ataque. De la misma manera, los centrales se mostraron distraídos, los mediocampistas faltos de ideas y los delanteros poco ambiciosos.
A los 20 minutos de la primera parte, Galoppo recibió en el área y de tijera abrió el marcador con un golazo. Apenas diez minutos después, Enrique, el asistidor en el primer tanto, marcó su gol y aumentó la ventaja, gracias a un pase al medio de Urzi. Siete minutos más adelante, el mismo delantero rompió el arcó de García y estampó el tercer gol de la noche.
En una segunda mitad con pocas emociones, los cambios de Battaglia llegaron demasiado tarde, sobremodo para la paciencia de los que fueron al Alberto J. Arman. Por su parte, Claudio Vivas, consciente de la ventaja y de que ningún titular entraría en el local, le bajó las presiones a su equipo y mandó a algunos suplentes al campo de juego.
De esta forma y con un equipo que pareció no estar a la altura del campeonato local, ni saber aprovechar sus oportunidades, Boca cayó en su cancha y cosechó la tercera derrota en la competición. Veremos si él sacrificio valió la pena cuando, el martes, los de la Ribera reciban al Corinthians por los octavos de final de la Copa Libertadores 2022.