Parecía que no era una noche completa para él. Que otro partidazo y otro gol, el tercero en un mes, se opacaban por una nueva lesión. Sin embargo, Agustín Almendra trajo tranquilidad para Sebastián Battaglia y a todos los hinchas de Boca después del partido: “No tengo nada, ninguna lesión. Salí porque estaba cansado”, comentó.
Almendra tuvo que dejar la cancha a los 19 minutos del segundo tiempo con un dolor en el gemelo derecho. Por entonces, era la figura del partido. Por el gol y por su fútbol. Pero en ese momento, encendió la alarma de todo Boca. Sobre todo, por las dificultades que viene arrastrando a nivel físico en los últimos minutos de los partidos.
En efecto, los problemas musculares fueron en este tiempo su único obstáculo. Dos lesiones de tobillo entre el final del semestre pasado y el inicio del actual. Otras dos musculares. Varios sustos, como cuando semanas atrás dejó la cancha en la victoria por 2-1 ante Godoy Cruz en La Bombonera con mucho dolor, preocupando al mundo Boca.
Con tres gritos, Almendra se convirtió en el segundo goleador del ciclo Battaglia, solamente superado por Vázquez, el centrodelantero que ya convirtió en seis oportunidades contando la Copa Argentina. De ahí, su importancia no sólo en el juego, sino en la llegada al arco rival. Un jugador de toda la cancha, o como se dice en estos tiempos: “Box to box“.
“Lo vamos a disfrutar poquito acá, porque juega a otra cosa”, había dicho Juan Román Riquelme hace un tiempo. Y desde entonces, su pronóstico empezó a tomar cuerpo por el nivel del volante, clave en el funcionamiento de Boca. Anoche, de hecho, se potenció con la buena actuación de Cardona. “Es fácil jugar con Agustín y Edwin. Se las das a ellos y listo”, contó Campuzano.