En las últimas 48 horas Riquelme ha sido cuestionado por todos los medios del comunicación. En su rol de vicepresidente de Boca, el máximo ídolo de la institución mostró una linda imagen. Hace algunos meses, Rodolfo Cingolani salió a bancarlo: “Riquelme los irrita”. El periodista hizo esa afirmación tras la llegada de Juan Ramírez a la institución.
Pero esa frase que deslizó puede utilizarse para cualquier momento de la relación entre el vicepresidente del club y algunos periodistas. Parece que las acciones de Riquelme molestan. Aunque también es verdad que muchos comunicadores lo conocen de su etapa de jugador, cuando tenía las mismas actitudes. Sin embargo parece que no lo entienden.
Lo que sucedió el sábado para algunos puede ser normal, aunque para otros es una estrategia clara por parte del exjugador. Que los medios hablen más de esa situación que del rendimiento colectivo es una muestra más de la gran capacidad de liderazgo que pueda ejercer. Pero es verdad que a cierto sector le molesta todo lo que haga (para bien o para mal).
Sin embargo , la actitud que tomó Riquelme el último sábado la hubiera hecho cualquier otra persona, no se hubiera hablado tanto. Pasaron 48 horas de esa situación, todavía se siguen manifestando diferentes voces con respecto a un tema sumamente irrelevante. Pero hay algo claro: Riquelme quería, como tantas veces, emitir un mensaje.
La única verdad es la realidad. La misma que indica que ante una jugada magistral desde el punto de vista estratégico muchos quedaron en offside. Pero como dijo alguna vez el querido Gringo Cingolani, Riquelme irrita a los periodistas porque los pone en jaque. Ante cada opinión se nota claramente cuál es el interés que persigue cada uno.
