Bueno. El presidente de Atlético Mineiro cumplió su palabra. Luego del partido de ida en la Bombonera el dirigente brasileño se quejó por la forma en que fueron tratados en Buenos Aires, demoras, frío y presiones y había advertido: “Los vamos a recibir de la misma manera que nos recibieron a nosotros”. Hicieron la movida y cumplió. Porque Boca desde que llegó a Brasil atravesó una odisea.
A pocas horas del duelo por el pase a cuartos de la Copa Libertadores, el plantel de Boca la pasó mal en su llegada. Primero fue demorado en el aeropuerto durante alrededor de dos horas. Y después un clásico en Brasil que impidió que el “Xeneize” pase una noche tranquila en el hotel Ouro Minas de Belo Horizonte previo a un partido de semejante importancia.
Los hinchas de Atlético Mineiro molestaron a Boca Juniors durante toda la noche y madrugada con fuegos artificiales. Los cuales provocaban gran estruendo en las inmediaciones del lugar donde los jugadores del club de la Ribera intentaban hacer su concentración con una clara intención: no dejarlos descansar. ¡Los aturdieron!
Sin embargo y por suerte, hubo gente que pagó por las travesuras llevadas a cabo por el Mineirogate dado que, según TyC Sports, los fanáticos brasileños responsables de los disturbios y que tiraron pirotecnia en la puerta del hotel fueron detenidos por las autoridades de la ciudad que también confiscaron los fuegos artificiales que tenían en su poder.
Igualmente el plantel bajo las órdenes de Miguel Ángel Russo pudo (o al menos intentó) descansar y a las 9 de la mañana de hoy desayunó para ya no pensar en otra cosa que no sea la revancha, desde las 19.15hs, en el Estadio Mineirao bajo el arbitraje de Esteban Ostojich. Porque los partidos se luchan en la cancha…