La pretemporada recién empieza y Boca ya tiene su primer gran desafío del semestre. Al igual que en la Copa Libertadores pasada, el Xeneize iniciará los octavos de final sin competencia previa. Román se quejó entresemana de esto, alegando que en ningún torneo serio ocurren estas cosas. Sin embargo, pese a los inconvenientes, Russo ya trabaja en el encuentro y en lo que tendrá disponible para aquel día.
En principio, el entrenador espera por lo que ocurra con Frank Fabra y Edwin Cardona, quienes se encuentran disputando la Copa América con su seleccionado. En caso de quedar eliminados, hay una pequeña chance de que ambos jueguen el partido de ida del martes. Todo dependerá de la evaluación que haga el cuerpo técnico una vez que pisen suelo argentino.
También, por los pocos días que faltan, Russo entiende que no dispondrá de nuevos refuerzos para aquel partido. El único que podría estar, de los que aún no llegaron, es Luís Advíncula. Aunque parece difícil, ya que las negociaciones no terminaron y que el jugador se encuentra de vacaciones, por lo que necesitará readaptarse físicamente. Sí podría estar para la vuelta.
Ante esto, el técnico sabe que para la ida contará con los jugadores que tiene entrenando ahora. Por eso, el equipo que podría iniciar aquel partido sería: Rossi; Weigandt, Izquierdoz, Rojo, Sández; Medina, Varela, Almendra; Villa, Pavón y Orsini o Briasco. La duda, nuevamente, estaría en la delantera. Mucho dependerá de lo que vea Russo en el amistoso del miércoles ante Sarmiento de Junín.
En caso de que Fabra y Cardona regresen a tiempo y en óptimas condiciones físicas, entrarían en lugar de Sández y de Pavón. Además, el entrenador viene probando con Rolón entre los titulares, por lo que hay una pequeña chance que el exHuracán se meta en el once inicial. El resto, se mantendría. Lo cierto es que a poco más de una semana de los octavos de final, Russo aún tiene varias dudas que deberá resolver cuanto antes.