Antes de salir al mercado de pases a mitad de año, el Consejo de Fútbol de Boca intentará resolver la continuidad de aquellos futbolistas del plantel Xeneize cuyos contratos terminan en diciembre del 2024. En este contexto, Sergio Romero y Guillermo Fernández estarían cada vez más cerca de alargar su vínculo con el club de la Ribera.
Con Chiquito se vienen avanzado en algunos pasos importantes y todo parece indicar que el arquero estará bajo los tres palos, con el buzo azul y oro, en 2025. “Tengo contrato con Boca hasta diciembre. Daré lo mejor para seguir. Tengo el contrato sobre la mesa, tengo que hablar con mi familia y ver qué quieren. Si la familia decide, nos quedaremos”, había confesado Romero tras el encuentro ante Sportivo Trinidense.
Con respecto a Pol, en los últimos días desde el Consejo empezaron a charlar con la representación del volante con el fin de prolongar su vínculo hasta diciembre de 2026. Considerando su relajación con Juan Román Riquelme y las últimas muestras de confianza por parte de Diego Martínez, seguramente no habrá inconvenientes para que el mediocampista siga dos temporadas más en La Ribera.
¿Renuevan con Boca? La situación de Advíncula, Benedetto y Valentini
Tras la durísima eliminación ante Estudiantes en la semifinal de la Copa de la Liga 2024, que dejó a al equipo sin la chance de ir por un título ante Vélez y sin el boleto asegurado para la próxima Copa Libertadores, Boca llegó a un principio de acuerdo con el Rayo para renovar su contrato hasta 2026. El jugador peruano y el Xeneize acordaron de palabra la extensión del vínculo.
El Pipa decidió que ante su falta de minutos no seguirá en el club de la Ribera. El delantero de 33 años tiene contrato hasta el 31 de diciembre y tiene la chance de jugar en México y MLS. Sin embargo, estos equipos no hacen una oferta a mitad de año porque van a preferir contratarlo libre 4 meses después. El goleador espera que el club de la Ribera tenga un gesto con él y lo libere en junio para poder seguir su carrera en el exterior.
El Vikingo sigue sin poner la firma para renovar y no será tenido en cuenta por el entrenador hasta que resuelva esa cuestión. El defensor está cobrando el salario correspondiente a su primer contrato y pretende que el Xeneize le pague el retroactivo (por la fuerte desactualización) desde enero de 2023, pero el Xeneize se lo ofrece a partir de enero de 2024. Además, quiere mantener su cláusula de salida en 10 millones de dólares y la idea de Boca es subirla para evitar que se lo lleven desde Europa rápidamente como pasó con Valentín Barco.
