En la noche del pasado domingo, Boca perdió 2-0 en su visita a Vélez en el José Amalfitani por la fecha 18 de la Liga Profesional. El Xeneize, debido a su derrota, quedó muy lejos en la pelea por el campeonato, pero la preocupación fueron las lesiones que sufrió el equipo. Incluida, la salida de Marcos Rojo, una de los jugadores de peso.
El defensor central está descartado para enfrentar a Gimnasia, el próximo sábado en La Bombonera, por la fecha 19 del campeonato, pero hará todo lo posible para ponerse en condiciones y llegar en optimas condiciones a la semifinal por Copa Argentina, contra Argentinos Juniors, el miércoles tres de noviembre, en el estadio de Mendoza.
A pesar de que el ex Manchester United tiene una fuerte contractura en el sóleo izquierdo, la intención del jugador es no quedarse afuera de uno de los partidos más trascendentes de acá a fin de año. Obviamente, ya sabe que no estará para el partido contra el Lobo y aunque habrá que esperar las indicaciones de los médicos, en su cabeza está hacer todo lo posible para decir presente en la Copa Argentina.
El defensor central de pasado en Estudiantes completó los 90 minutos en la derrota ante Vélez, pero finalizó el partido con visibles gestos de dolor y con ciertas dificultades para caminar. Luego se repitió la imagen al abandonar el estadio de Liniers y este lunes salió el parte médico, que indicaba que tenía una contractura en el sóleo izquierdo.
Una de las piezas inamovibles de la defensa de Battaglia, ya lleva varios partidos perdidos en el club por sus lesiones, un total de 20 encuentros. El primer día que se entrenó, se desgarró y le llevó un mes recuperarse y ponerse a punto. También padeció de Covid, un gastroenteritis gripal, otro desgarro muscular, y una cuarentena obligatoria en la vuelta de Brasil contra el Mineiro.