Domingo para el olvido el de Boca, que ayer perdió con Vélez en Liniers y encima se fue del Amalfitani con varias preocupaciones de las que hoy buscará tener mayores certezas, en vísperas de una semana especial. Es que la semana que viene se juega la semifinal de la Copa Argentina y en el Xeneize hay temor por el estado de tres jugadores: Marcelo Weigandt, Marcos Rojo y Juan Ramírez.
El primero de los lesionados fue Weigandt: que en una acción poco usual, se luxó el hombro llegando a la media hora del primer tiempo en una jugada en la que realizó solo un mal movimiento. No tuvo un golpe, un roce ni una caída, pero terminó con el hombro muy dolorido y tuvo que ser reemplazado. El Chelo será revisado por un especialista y le harán estudios.
Ya en el segundo tiempo, el que tuvo que ser reemplazado fue Juan Ramírez, que jugó su tercer partido desde que se recuperó del esguince de rodilla que había sufrido y pidió el cambio justamente por un dolor en el mismo lugar. Tras ser sustituido, en el banco tuvieron que revisarlo y en el Xeneize temen que se haya resentido, por lo que seguramente se hará chequeos nuevamente.
Por último, Marcos Rojo terminó al límite desde lo físico y casi que sin poder caminar con normalidad a causa de una sobrecarga muscular. Se lo vio rengueando al zaguero tras el pitazo final y también tendrá que someterse a estudios con el deseo de descartar una lesión muscular y que simplemente se haya tratado de la exigencia del partido.
El partido de ayer en Liniers no solo dejo secuelas desde el resultado y el flojo rendimiento del equipo, también insertó dudas desde lo físico. A los ya lesionados: Nicolás Orsini, Edwin Cardona y Luis Advincula, se le pueden sumar uno o dos jugadores más. Pensando en la seguidilla de partidos que se vienen, es muy importante que esa lista no se siga ampliando.