El Club Atlético Boca Juniors ha concretado un mercado de pases de los mejores de la gestión de Juan Román Riquelme, con una gran cantidad de refuerzos de primer nivel y un salto de calidad que cumple con las expectativas de lo que pidió Fernando Gago.
El conjunto azul y oro trabajó al rojo vivo en esta ventana de transferencias, con el sueño de repatriar a Leandro Paredes, pero el campeón del mundo no llegó a un acuerdo y seguirá al menos por un tiempo más en la Roma. Así, finalmente fueron siete los nuevos jugadores que llegaron al plantel de Pintita: Carlos Palacios, Ayrton Costa, Alan Velasco, Rodrigo Battaglia, Ander Herrera, Williams Alarcón y Agustín Marchesín.
Ahora, la dirigencia tendrá la oportunidad de volver a ir a buscar a algunos refuerzos más en junio, previo a que de inicio el Mundial de Clubes. Y en ese sentido, JRR y el Consejo de Fútbol mantienen vivo un sueño desde ya hace tiempo, pese a que es muy difícil de concretarlo.
Se trata ni más ni menos que de Giorgian De Arrascaeta, volante ofensivo uruguayo que es uno de los grandes “fetiches” de la actual dirigencia azul y oro desde hace tiempo. Sin embargo, su alto valor de mercado (15 millones de dólares), siempre fue una dura traba para las negociaciones.
Durante la última temporada, el charrúa fue una de las figuras del Flamengo, jugando 43 partidos, en los cuales anotó 10 goles y dio otras 10 asistencias. Con estos números, la dirigencia de Boca sueña en grande pese a lo económico y busca convencerlo de ponerse al fin la camiseta azul y oro, con vistas a la máxima cita intercontinental en Estados Unidos.
El cupo de extranjeros nuevamente genera un debate
Aunque Boca quiera fichar al uruguayo, lo cierto es que nuevamente el cupo de extranjeros dificulta las negociaciones. Actualmente el club volvió a llenar los seis lugares permitidos, aunque en junio podrían nacionalizarse Miguel Merentiel y Marcelo Saracchi, por lo que dejarían sus lugares libres para la llegada de refuerzos.
