Sergio Romero arribó a Boca a mediados de 2022 y su paso por el club boquense ha sido una verdadera montañarusa. Disponible para atajar recién en 2023 por una operación en su rodilla, “Chiquito” se volvió figura indiscutible del “Xeneize” esa temporada, siendo clave para que los de la Ribera alcanzaran la final de la Copa Libertadores, que quedaría en manos de Fluminense. Esto le valió que Juan Román Riquelme le hiciera una propuesta para renovar contrato hasta fines del 2025.
No obstante, en 2024, en lugar de seguir cosechando logros para meterse en la historia de la institución, ese año no hizo más que condenarlo a perder el puesto y a ser repudiado por los hinchas, tanto por sus actuaciones como por su accionar contra los plateistas en el recordado episodio del Superclásico con River en La Bombonera.
Esta temporada la comenzó en enfermería al haber sido nuevamente intervenido quirúrgicamente en su rodilla, por lo que no estuvo disponible en lo que va de 2025 para el Director Técnico, Fernando Gago. Su vuelta a las canchas no tiene fecha definida ya que aún no se ha podido sumar a los entrenamientos a la par del grupo.
El conjunto azul y oro contrató a Agustín Marchesín para el arco y sus actuaciones lo consolidaron como titular indiscutido. Y todas estas cuestiones, sumado a que le queda vínculo hasta fin de año, hacen que en Brandsen 805 haya un plan concreto respecto a su futuro.
Según informó Bolavip, la decisión del cuadro que viste camiseta azul y amarilla sobre el futuro del portero es clara: a fines de diciembre se le vence la vinculación y no se le renovará nuevamente. Y tal como sucede con el caso de Frank Fabra, si llega alguna propuesta en el mercado de pases de mitad de año, el elenco no impondrá trabas en su salida anticipada si la oferta satisface a todas las partes, por lo que podría irse sin ver acción si es que no se evoluciona a tiempo de la intervención quirúrgica.
