Martín Palermo es, sin lugar a dudas, uno de los más grandes ídolos de la historia del Club Atlético Boca Juniors. Además, su carrera futbolística ha tenido una enorme cantidad de momentos “de película”, siendo protagonista absoluto de una historia a puros goles, buena fortuna y episodios emotivos que quedarán grabados en la memoria de todos los hinchas.
Pero también, así como tuvo momentos de gloria y que enaltecieron su etapa como futbolista profesional, también tuvo que pasar por algunos episodios negativos. De hecho, él mismo remarcó cuál fue el peor momento de su carrera profesional: su desembarco en el fútbol europeo.
Fue en el año 2001 cuando el Titán se marchó del club azul y oro para dar el salto rumbo al Villarreal de España, tras haber ganado todo en el Xeneize. En aquel entonces, el legendario goleador sufrió la peor lesión que tuvo en su carrera, en el marco de un partido de Copa del Rey ante Levante.
En aquel entonces, el Loco abrió el marcador a los ocho minutos de comenzado el primer tiempo suplementario. Tras el gol, salió disparado a festejar con la gente que fue a ver el partido, pero esto desembocó en algo que nadie esperaba: la barrera de contención que separaba la tribuna del campo de juego se le cayó encima, sufriendo una fractura doble de tibia y peroné.
Tiempo atrás, el propio Palermo recordó aquel episodio y contó que un simpatizante del Submarino Amarillo se disculpó continuamente tras lo sucedido: “El primero que abrazo era una persona que iba siempre a los entrenamientos y se sentía con culpa de haberme lesionado. Él iba a las prácticas y se disculpaba siempre”.
Al final, el máximo goleador de la historia de Boca recordó lo que fue su recuperación, comparándola con su regreso a las canchas en la Libertadores 2000: “Me costó muchísimo volver a recuperarme. Hasta la lesión, estaba bien en la adaptación y había empezado a hacer goles. La lesión me derrumbó bastante y el comienzo no fue al de la vuelta con River”.
