Boca se enfrentaba ante Alianza Lima en Perú por la ida de la fase previa 2 de la Copa Libertadores en el que el equipo de Fernando Gago buscaba continuar con el presente de las últimas dos victorias por el torneo local. Con el arco en cero y una sonrisa. Sin embargo, fue una noche para el olvido en la que Boca cayó apenas por 1 a 0. Pudo haber sido peor si no fuera porque tiene en el arco a Agustín Marchesín. Fue muy flojo y extremadamente pobre el planteo de Fernando Gago por Copa Libertadores.
Lo cierto es que, si arrancamos por las malas habría muchísimo por analizar. Sin embargo, lo más preocupante es el inicio porque Boca salió totalmente desconcertado, confundido y aturdido por el rival que lo presionó, lo ahogó y no lo dejó salir de una siesta que fue profunda en el comienzo y terminó con el cachetazo del gol de Pablo Ceppelini a los 4 minutos del primer tiempo.
Alianza Lima era un huracán en la cancha, se lo llevaba puesto a Boca que plagado de errores defensivos los defensores xeneizes miraban el número en la espalda del rival. Tal fue el desconcierto de Boca que desde un lateral a los 4 minutos le marcaron el único gol del partido gracias a su experimentado arquero Agustín Marchesín. Sin él, Boca estaría besando la lona como en el boxeo por un resultado más abultado.
Boca sigue en pie en la Copa Libertadores
Otra de las cosas preocupantes de Boca en el partido es que marcó en línea, retrocedió muy mal al perder la pelota y no se logra ver la idea de juego de Fernando Gago. El equipo estuvo largo, inconexo e intermitente en el arco rival donde le costó demasiado llegar con peligro al arco defendido por Guillermo Viscarra.
Otro flojo partido de Alan Velasco donde no logró conectar con Carlos Palacios y mucho menos con Miguel Merentiel quien quedó aislado sin recibir la pelota.
Luego, si analizamos lo positivo fue que Boca tiene a un arquero totalmente experimentado como Agustín Marchesín que lo mantiene en vida porque evitó el segundo gol de Alianza Lima en tres oportunidades claras una de Barco, una del ecuatoriano Castillo con la cadera y otro remate a mano cambiada a los 54 minutos del complemento donde voló para sacar la pelota del ángulo.
Mientras que, en los jugadores por momentos el xeneize generó chispazos de juego con el ingreso de Exequiel Zeballos y Milton Giménez. En síntesis, fue muy pobre lo del equipo de Fernando Gago en Lima.
Tendrá 7 días para barajar y dar de nuevo haciendo muchísimo foco en los errores defensivos y la falta de creación de juego desde la mitad de la cancha donde estuvo completamente desorientado.
