Fueron miles de personas las que se acercaron hasta el hotel donde Boca se hospedó durante su corta estadía en San Nicolás para enfrentar a Juventude, incluso estando ubicado en la periferia de la ciudad. Una ciudad que se revolucionó a partir de la llegada del Xeneize para jugar un amistoso después de 54 años en los que ningún representativo del primer equipo jugó partido alguno en las coquetas tierras distantes unos 50 kilómetros de Rosario, en las cuales el verde, la ribera y la iglesia de la Virgen de San Nicolás forman parte de los puntos turísticos que más la representan.
Las imágenes que se pudieron ver en la semana previa, con gente acampando para conseguir una entrada, se vio replicada en ese recibimiento y le dio coherencia al mediodía del día del partido, en el cual una veintena de hinchas se volvieron a acercar a la ruta que frontea el colonial complejo (casi un castillo, posado frente al golf de la zona), donde el plantel esperaba por el partido de la noche. La ilusión de que algún jugador se acercara a saludar, entre la activación que realizarían en el amplio espacio verde trasero del hotel y el almuerzo, podía incluso con el calor del mediodía.
Por eso, bien valió el gesto del personal del club, que desde los micros apostados sobre el ingreso principal les acercó a los presentes un refrigerio más que generoso: algunos se quedaron con una bolsita de tela con el escudo xeneize como souvenir, pero lo que hubo para todos y hasta sobró fueron manzanas. Sí, un auxiliar se acercó hasta la reja y por encima de ésta alcanzó una bolsa llena del fruto en su variante roja y algún que otro muffin de vainilla.
Todo listo en el Estadio
La recorrida por la ciudad confirmó que en las adyacencias al Estadio Único Ciudad de San Nicolás (una obra muy lograda, con capacidad para 25 mil personas cómodamente ubicadas, con buenos accesos y ubicaciones tanto generales como palcos y plateas), ya desde muy temprano se alistaban los puestos de comida y de venta de camisetas y otros objetos con el azul y oro como común denominador.
Algunos de los hinchas presentes en el partido se podrán llevar como recuerdo: un sticker conmemorativo de la fecha, con la leyenda “Yo vi a Boca en mi estadio”, y la fecha 15/01/25 para ver al equipo dirigido por Fernando Gago.
Una fecha histórica para la ciudad que vio hasta acá tres veces al Xeneize pisar estas tierras: dos de ellas en la década del 40 (en 1943 y 1947) y la última en 1971, siempre en partidos -como el de este miércoles- amistosos. Algo que para los hinchas poco importará a la hora de contar las anécdotas del día que Boca pasó por San Nicolás.