Mientras los jugadores de Boca se encuentran de vacaciones, la dirigencia no para en la búsqueda de jugadores para reforzar al plantel de Fernando Gago de cara al 2025 donde Boca tendrá la participación temprana en la fase dos de la Copa Libertadores y en junio el Mundial de Clubes. Para esos fines, el técnico de Boca Fernando Gago quiere implementar un cambio de paradigma con respecto a lo mostrado en el año 2024. ¿Podrá lograrlo?
Desde que llegó Fernando Gago a Boca, varias cosas cambiaron para bien y algunas no tanto. En el primer camino, el equipo empezó a tener otra actitud, mayores controles de peso y físico se implementaron en la previa de los entrenamientos y las convocatorias. Pero lo negativo fueron los problemas físicos que acarrea desde la pretemporada y que lo padecieron todo el año con diversas lesiones musculares de los jugadores repetidas en varias oportunidades como los casos de Miguel Merentiel, Aaron Anselmino, Nicolás Figal o hasta el propio Edinson Cavani.
Por eso, Fernando Gago quiere hacer un cambio de chip, de paradigma en la pretemporada para que sea intensa y corregir lo más que se pueda el aspecto físico. Además, en este camino Fernando Gago no quiere volver a repetir errores y falencias defensivas que tuvo en el 2024 desde su llegada.
Lo positivo, es que en el último tramo de la Liga Profesional de Futbol es que el equipo comenzó a comprender su idea de juego. De darle intensidad a la presión al rival cuando no tiene la pelota. De salir jugando limpio con la defensa y evitar saltar líneas con pelotazos a los centrodelanteros.
Fernando Gago quiere ajustar dos puestos claves en el equipo
Por consiguiente, el entrenador de Boca quiere reforzar con calidad y jerarquía la zaga central para darle equilibrio defensivo y mantener el arco en cero en partidos claves de Copa Libertadores.
Mientras que, el mayor cambio de paradigma lo quiere dar en la mitad de la cancha donde considera que en ese sector está la clave de un Boca ganador, competitivo en todas las canchas donde le toque jugar.
Porque, considera que si traer un gran cinco de marca y jerarquía le da seguridad por completo al equipo en los relevos y en los ataques del rival. En tanto, un volante central de juego puede ser clave en el traslado del balón hacia los delanteros con el enlace y aporte de los extremos por izquierda y derecha que sueña en su esquema preferido de 4-3-3.