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Boca es historia

“Era fascinante…”: La emotiva anécdota de Fabián Vargas sobre su llegada a Boca

El colombiano recordó aquel plantel Xeneize del cual formó parte.

Fabián Vargas
Captura

Hace algunos años atrás, la actualidad que pasaba el Mundo Boca, entre los años 2000 y 2010, fue muy distinta a lo que fueron las épocas más recientes de la institución. En aquel entonces, el club cosechó una gran cantidad de títulos gracias a planteles muy ricos en materia de jugadores que se destacaron con la camiseta azul y oro, entre ellos Fabián Vargas, quien guarda muy buenos recuerdos.

El exvolante del América de Cali desembarcó en la institución Xeneize en el año 2006, y fue parte de varias consagraciones. Ahora, en una entrevista con la gente de Infobae, rememoró lo que fue su llegada y contó una emotiva anécdota al respecto: “Llego a Argentina y me encuentro con tipos que económicamente estaban bien, que habían sido Selección Argentina, que habían jugado afuera, pero querían ir por todo”.

Seguido de eso, el exjugador de clubes como Independiente y Almería de España recordó el asombro que sintió aquella vez, al ver la exigencia del club, y la personalidad de sus compañeros: “Entendí algo que me decían constantemente: era por la gloria. No lo hacían sólo por el dinero, sino porque querían ganar absolutamente todo”.

A su vez, al recordar esa exigencia, también habló de la motivación que generaba dicho clima. “Era fascinante ese vestuario de Boca: le quería ganar a todos. Y esa presión de la hinchada, que también se había acostumbrado a ganar y nos exigía”, remarcó el cafetero, quien tuvo dos etapas como futbolista del cuadro de La Ribera y cosechó varios títulos, tanto locales como internacionales.

El mensaje de Vargas a la hinchada de Boca

Por último, le envió un mensaje a los hinchas, destacando el haber quedado alucinado por el apoyo: “Había que darles una alegría a todos estos tipos. Muchos de ellos hacían unos sacrificios grandísimos para ir a vernos […] Vi casos en Japón, cuando fuimos a jugar la Intercontinental con el Milan, donde había gente que había hipotecado su casa para viajar. Yo decía: “Dios mío. ¿Qué es esta locura?”.