Andrés Felipe Román protagonizó un muy llamativo suceso allá por el año 2021, cuando Miguel Ángel Russo había pedido por su contratación para sumarlo al plantel de Boca. El técnico necesitaba refuerzos de jerarquía para afrontar la Copa Libertadores y el defensor era una gran apuesta, pero su desembarco acabó truncándose por algo totalmente inesperado.
Cuando todo parecía indicar que el traspaso estaba a nada de oficializarse, la revisión médica trajo la peor noticia posible. En los estudios se detectó un problema cardíaco que produjo que el futbolista no pase las pruebas y deba regresar a su país de orígen. “Boca Juniors y Millonarios Fútbol Club de Colombia informan que el jugador Andrés Felipe Román no superó los estándares médicos requeridos por el Departamento Médico de Boca, requisito indispensable para la realización de la transferencia“, fue el comunicado que lanzó el Xeneize en su momento.
Russo lo había dirigido en Millonarios y la dirigencia había llegado a un acuerdo total, pero aquel imprevisto cambió el rumbo por completo de la historia entre el club y el jugador. Hoy, casi cuatro años después, el lateral derecho goza de una revancha en su carrera.
El jugador de 29 años fue una pieza clave para que su actual equipo, el Atlético Nacional de Colombia, venza por 2-0 con un gran gol suyo a Deportes Tolima en la final de vuelta, tras lo que fue igualdad 1-1 en la ida, y se consagren campeones del Torneo Finalización.
El conjunto dirigido por el entrenador mexicano, Efraín Juárez se clasificó a la próxima edición de la Copa Libertadores y formará parte del bombo 3, junto a otros equipos argentinos como Talleres de Córdoba y Vélez Sarsfield.
¿Por qué no llegó a Boca?
Boca había llegado a un acuerdo a principios del año 2021 para incorporar al lateral. Sin embargo, en el parte médico indicaron que existía una miocardiopatía hipertrófica progresiva, que incluso podía poner fín a su carrera profesional. Pese a esto, tras varios meses de inactividad volvió a jugar tras revelarse que padecía lo que se conoce como corazón de atleta, pudiendo volver a jugar.