Ya está. Terminó la angustia, el sufrimiento, también la espera. Boca ya sabe cuándo arrancará el año, porque finalmente logró una de las metas de este flojo 2024: volver a la Copa Libertadores. Claro, en esta ocasión, como se clasificó a la fase inicial (es decir, deberá superar dos instancias para acceder a la zona de grupos), arrancará antes que los demás, a mediados de febrero. Por eso, Fernando Gago ya tenía todo planificado, contemplando esta situación, claro está.
La cuestión es que desde esta semana y hasta el jueves 2 de enero se largó el tiempo para el descanso pleno: serán 19 días para despejar la mente de lo que resultó una temporada con muchísima carga tanto en la acción (en total, el equipo jugó 60 partidos) como en las presiones, propias de un andar sinuoso que nunca dejó holgura para que el camino le permitiera algún relajo.
De todas maneras, el cuerpo técnico dejó bien claras las premisas para que la dispersión no se convierta en un problema en el inicio de la pretemporada, prevista para el viernes 3 de enero en el Predio de Ezeiza. Día en el que -claramente- todos deberán superar la prueba de la balanza. Una regla que, esta vez, será más estricta que nunca y que obligará a los jugadores a una gran disciplina durante el descanso.
A partir de ahí, será ya tiempo de acelerar la parte más dura del trabajo, la que está relacionada con lo físico, para aprovechar el poco tiempo que separa la vuelta al ruedo con el inicio de la primera de las Copas de la Liga que serán parte del calendario 2025 en materia local, que tendrá lugar el último fin de semana de enero.
Es decir que si a Boca le toca debutar un domingo (el 26), serán 23 días corridos para que se inicie otra cuenta regresiva. Porque al tener que jugar primero la fase inicial 2 de la Copa Libertadores, ese bautismo oficial del 2025 será el primer paso de un banco de pruebas de poco menos de un mes, para llegar lo mejor posible al partido de ida de esa serie, previsto para el 19 de febrero. Desde ahí, será otro camino, para meterse en la zona de grupos y volver a soñar con la Séptima.
