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A seis años de la final: La actualidad de los más criticados del Boca-River en Madrid

Algunos protagonistas de aquel partido en el Bernabeu dejaron un muy mal recuerdo en el hincha.

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Aquel recordado 9 de diciembre de 2018 marcó para siempre la carrera de todos aquellos protagonistas que formaron parte de una final de Copa Libertadores sin precedentes, entre Boca y River. El Santiago Bernabéu fue el escenario de un partido que aún trae recuerdos de todo tipo.

Al día de hoy, la actualidad de todos aquellos protagonistas es muy distinta a lo que vivieron en aquel entonces. Algunos pocos son bien recordados por el hincha, pero otros tantos son muy cuestionados y señalados como responsables de una derrota histórica.

De atrás para adelante, Julio Buffarini fue uno de los que pasó sin pena ni gloria por la institución. En junio del 2021 se marchó a España y hoy viste la camiseta de Independiente, aunque no es convocado. También en la defensa, Lisandro Magallán fue la primera salida tras esa final. Ajax lo compró por nueve millones de euros, pero se quedó rápidamente sin lugar, por lo que pasó a préstamo a otros clubes de distintas ligas hasta llegar a su actual equipo, Pumas de México.

En el mediocampo, Pablo Pérez al día de hoy es de los más cuestionados por el hincha. Capitán de aquel equipo, se fue enemistado con el hincha rumbo a Independiente, pasó por Newell’s y se retiró en Sarmiento. Es recordado por evitar la expulsión de Milton Casco en la ida de la final.

Ya en la delantera, Sebastián Villa y Darío Benedetto hoy no son bien recordados. El colombiano tuvo un buen rendimiento años después, pero se marchó del club en conflicto con la dirigencia tras ser encontrado culpable y con múltiples denuncias ante la Justicia. Hoy, Boca también lo denunció, por presunto abandono de trabajo.

Por último, el centrodelantero tuvo una Copa con un nivel exorbitante. Se fue al Marsella a mediados de 2019, pero su segundo paso por el Xeneize desgastó completamente la relación con el hincha. Distintos conflictos extrafutbolísticos lo condenaron a irse por la puerta de atrás rumbo al Querétaro mexicano, perdiendo el cariño que había cosechado a base de sus goles.