Nunca es grato en Boca arrancar con el pie izquierdo y más con una goleada en contra en el estreno de un ciclo que había comenzado con esperanzas e ilusiones, pero Fernando Gago tendrá que trabajar mucho desde lo individual y colectivo para no repetir los errores que se cometieron esta noche ante Tigre en el José Dellagiovanna de Victoria por la fecha 18 de la Liga Profesional. “Pintita” enfrentó las preguntas de los periodistas en la sala de prensa y se sinceró: “Tenemos cinco entrenamientos, que son pocos, no es excusa. Cuando perdemos, soy el máximo responsable, pero cuando ganemos será toda de los jugadores”, argumentó aunque sin quitarse responsabilidades.
“Hay cosas que corregir, los primeros 32-33 minutos del segundo tiempo fue lo que busco, tener un equipo posicionado en situaciones y que esas transiciones no existan. Faltan aceitar movimientos de dónde queremos atacar al rival, de las situaciones de duelos individuales hay que trabajar constantemente”, agregó.
“Al principio del partido tuvimos muy buena presión donde el rival no nos generaba más de 3-4 pases y de ahí generamos situaciones, nos faltan circulaciones y movimientos más rápidos para encontrar al jugador en mejor posición”, argumentó el estratega “Xeneize”.
“No vi las acciones de los goles de Tigre. Pero no podemos quedarnos en que si hay errores arbitrales. Me gustaría que los partidos se jueguen más, lo vengo diciendo desde el primer partido que dirigí. El no hacer tanto tiempo va a beneficiar al fútbol argentino”, dijo con respecto al arbitraje de hoy.
Tendrá que mejorar mucho y aceitar el sistema el Director Técnico si no desea recibir nuevamente un golpe que lo descolocó como el que sufrió esta noche de manera repentina e inesperada ya que en su 4-3-3 se notaron errores garrafales en la defensa y en el mediocampo. Por ello, necesitará atender a su paciente que se encuentra en terapia intensiva y recuperarlo por completo para el decisivo match del miércoles con Gimnasia y Esgrima La Plata por los cuartos de final de la Copa Argentina en el Marcelo Bielsa, el estadio de Newell’s Old Boys.