Conmebol, máximo ente rector del fútbol sudamericano, comunicó ayer en horas de la noche quiénes serán los encargados de impartir justicia en el partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Libertadores entre Atlético Mineiro y Boca, pactado para el próximo martes 20 de julio a las 19.15 horas. El designado para llevar adelante esa labor será Esteban Ostojich. Este árbitro uruguayo es conocido por el público argentino.
Ostojich dirigió la final de la Copa América entre Brasil y Argentina, hace menos de una semana en el Maracaná. Ese día su actuación fue correcta, no tuvo fallos polémicos. Aunque fue tildado como un árbitro “localista”, ese día no tuvo favoritismos. Igualmente, venía de dirigir Perú – Paraguay por los cuartos de final, partido en el que tuvo varios errores que influyeron en el resultado.
Otro partido reciente en el que dirigió fue en Palmeiras – River de enero pasado, donde el “Millonario” quedó eliminado en semifinales. El conjunto de Gallardo ganó 2 a 0 en Brasil, luego de perder por 0-3 en la ida. En ese encuentro, se le anuló vía VAR un gol al equipo argentino por posición adelantada. Lo más preocupante para Boca será el encargado del VAR: estará Julio Bascuñan, que fue el encargado en un partido contra Inter en el que el “Xeneize” fue perjudicado.
Los árbitros del partido de ida fueron suspendidos
Conmebol publicó los audios de la revisión del partido entre Boca y Mineiro. Los protagonistas fueron el árbitro colombiano Andrés Rojas, el encargado del VAR, el paraguayo Derlis López y el asistente VAR Daniel Fedorczuk. López, al observar el leve toque de Briasco al defensor brasileño Nathan, consideró que era “un contacto muy pequeño”. Sin embargo, Fedorczuk insistió en que ese movimiento podía “llegar a desestabilizar. Que Rojas vea la jugada”.
De esta manera, los dos hombres de la cabina coincidieron en que al ser una jugada de interpretación, debía tomar la decisión el árbitro principal, quién anuló el gol. La Conmebol, al ver el estado de indignación que tomó la situación, se movió rápidamente y decidió suspender por tiempo indeterminado a Rojas y a López, que era el máximo responsable del VAR. Lo cómico es que el protagonista principal del robo, que fue Fedorczuk, no recibió ningún tipo de sanción.