Leandro Paredes confesó que su actual director técnico en la Roma de Italia, Daniele De Rossi, sueña con dirigir a Boca en el futuro. El volante campeón del mundo con la Selección Argentina surgió del club de la Ribera, mientras que el exfutbolista Tano cumplió su sueño de jugar en la institución azul y oro durante el año 2019.
En una entrevista con TyC Sports, el mediocampista de 29 años, que volvió a recalcar que se pondrá la camiseta de Boca, contó la relación que mantiene con su DT y excompañero con el foco en el Xeneize de por medio: “Ya estaba enamorado antes de ir y cuando tuvo la oportunidad de estar esos meses más. Mira siempre todos los partidos. ‘Ayer ganamos’, me dice. Cuando aún no era entrenador me dijo que el sueño era dirigir a Roma, hacerme volver al club, y después irnos juntos a Boca”.
En este contexto, sobre la breve estadía del italiano en el club de la Ribera, en el que disputó pocos partidos por lesiones, Paredes detalló: “Quedó encantado con Boca, siempre hablamos en ese momento, quedó loco”. Además, lo comparó con los primeros seis meses de Edinson Cavani: “Estuvo muy poco tiempo, no es fácil llegar y adaptarse. La gente quiere que llegues y rindas, es normal, pero los jugadores somos conscientes de que no es fácil. Le pasó a Edi que llegó y era muy criticado, le faltaba meterla porque él es garra, pasión, te va a correr los 90 minutos”.
Los números de De Rossi en Boca
El Tano jugó siete partidos con la camiseta azul y oro, convirtiendo tan solo un gol, que casualmente fue el día de su debut, en el Xeneize. En cinco de esas presentaciones fue titular, pero posteriormente lesiones le impidieron estar en su plenitud física y poco a poco lo obligaron a Gustavo Alfaro a no considerarlo entre los concentrados.
Cabe destacar que sus seis meses en la Ribera, le permitieron figurar en el nombre del equipo campeón de la Superliga 2019/20. Además, estuvo en el banco de los suplentes, cuando Boca venció a River en la Bombonera por 1-0 en la semifinal de la Copa Libertadores 2019. Un duelo en el que la parcialidad Xeneize aclamó por el ingreso del volante, a pesar de que no sucedió.