Nicolas Orsini, el ex atacante de Lanús, que llegó a Boca a mediados de este año, jugó apenas diez partidos con la camiseta azul y oro y ya levantó su primer trofeo como futbolista del Xeneize. Sin embargo, sus primeros meses en el club no resultaron como esperaba y con el mercado de pases latente el jugador quiere seguir estando en la consideración de Sebastián Battaglia.
Una de las novedades que cayó muy bien en el mundo Boca y en todos los hinchas, es que el delantero decidió no tomarse vacaciones para poder llegar a la pretemporada de la mejor manera y estar a disposición del entrenador lo más temprano posible. Nicolas no quiere regalar nada y anhela ponerse la azul y oro lo antes posible.
Sufrió dos desgarros, convirtió un solo gol, contra Colón, en La Bombonera y no pudo acumular minutos en los últimos 13 encuentros de la temporada. Por eso, mientras sus compañeros disfrutan de sus días de vacaciones, el delantero continua trabajando de manera particular para llegar de la mejor manera posible al inicio de la pretemporada.
El último partido de Orsini fue hace más de dos meses. El futbolista se entrena todos los días en Morteros, Córdoba, con la idea de fortalecer la zona afectada por las lesiones para volver a practicar con el grupo después de mucho tiempo y ponerse rápidamente a disposición del director técnico en este nueve año que se le viene al Xeneize.
El club de la Ribera invirtió alrededor de 1.750.000 mil dólares por el 50% del pase. Arrancó como suplente de Norberto Briasco y tras la asunción de Battaglia logró ganarse un lugar entre los 11, incluso por delante del juvenil Luis Vázquez. Luego, las lesiones lo fueron marginando y ni siquiera se concentró para los últimos partidos.